Entrevistar a quien ya ha sido entrevistado en múltiples ocasiones no es empresa fácil. Si esa persona es, además de periodista, entrevistador, orador, presentador, formador, docente y escritor, la tarea acojona, para qué vamos a engañarnos. Aunque emprendedor quizá la palabra que mejor abarca todo lo que es Javier Reyero, tanto en lo personal como en lo profesional.
Apodado en su día «El Ogro» por algunos de sus alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria por su intransigencia en el uso excelso de nuestro idioma, sus amigos de juventud sin embargo lo recuerdan como el mejor mecánico para manejar la herramienta de la lengua: la palabra. Para muestra, dos botones: www.reyero.eu y twitter @Reyero
Nomofóbico por autodefinición, tras más de 30 años de trayectoria profesional y académica unida al deporte y la comunicación, y después de renunciar a su puesto de funcionario en la televisión pública en el año 2004, Javier Reyero se decidió hace unos años a tirarse al ruedo de los escritores. Hoy cuenta con 7 libros publicados, el último de ellos Viaje a la luna, un homenaje en forma de festival de datos y anécdotas a la odisea más renombrada y sin embargo desconocida del ser humano.
En una intervención sobre coaching, Javier aseveraba que el español medio tiene cierta tendencia a dejarse dominar por el miedo a hablar en público…
…¿A qué le tiene miedo Javier Reyero?
Pues francamente en esta fase vital en la que me encuentro y teniendo en cuenta la edad a la que tuve a mis hijas, me preocupa que cuando estas muchachas tengan que empezar a ser independientes pero todavía no se puedan ganarse la vida, a lo mejor yo estaré en franca retirada del mercado laboral. Me aterroriza pensar en eso. ¿Con 70 y pico voy a estar en condiciones de seguir siendo el sustento de mi familia? No me asusta trabajar hasta los 75. A los 20 yo ya estaba trabajando, pero esto ahora no va a ocurrir. Me da miedo que lo que yo hago ya no tenga mercado o ser un personaje envejecido para el mercado al que me dedico. Seguramente por eso he iniciado una mutación de mi actividad profesional y ya no me gano la vida exponiéndome en público. Ya no es esa mi principal fuente de ingresos. Ahora me dedico a otras muchas cosas. Lo que más sigo haciendo es la formación para enseñar a hablar en público. A raíz de esa formación a empresas, hago mucha comunicación corporativa. También soy profesor a tiempo parcial en la Universidad Francisco de Vitoria, conduzco eventos, etc.
¿Cuál era la asignatura que peor se te daba en el colegio?
Biología. Fatal. De hecho, yo estudié letras porque en primero teníamos ciencias naturales y lo pasé tan mal que me dije que no podía hacer ciencias. Y eso que la segunda asignatura que peor se me daba era el latín, pero eso era un mal menor. Aprobé latín por casualidad. Tenía un diccionario tan, tan, tan antiguo, que cuando llegamos al examen de selectividad tuve la suerte de que cayó una traducción que venía en el propio diccionario de latín. Lo que hice fue copiarla metiendo dos errores aposta para que no me pillaran. No sabía ni declinar.
¿Cual sería un buen título para tu biografía?
Nunca lo había pensado… Javier Reyero: hablar más, comunicar mejor, no decepcionar nunca. Bueno, es muy largo, ese sería el subtítulo. Déjame pensar… Javier Reyero: habla mucho en clase y distrae a sus compañeros.
¿Y el actor que mejor encarnaría tu papel en una película sobre tu vida?
Me gustan, no porque establezca ningún parecido sino porque me interesan mucho sus vidas, George Clooney o Harrison Ford. Me gusta esta gente que no ha triunfado nada, nada, nada, y cuando son ya mayores, de repente alguien se fija en ellos. Me gustan estas personas a las que han descubierto tarde. Si tengo que escoger entre los dos, a lo mejor George Clooney, que todavía está un poco más joven y porque además le gusta el café. (risas)
¿Chaves Nogales, Kapuscinsky o Fallaci?
Kapuscinsky y Fallaci son muy de la universidad… Me quedo con Chaves Nogales, sí. Es que los otros son muy académicos, siempre se los recomendamos a los alumnos.
Si pudieses viajar en el tiempo ¿a qué momento te gustaría trasladarte?
Al futuro. Siempre. Esto es algo que he pensado muchas veces. Me gusta mucho la ciencia ficción. Leo muchos premios Nébula y me apasiona el cine de ciencia ficción. Más que la trama, me interesa el mundo ficticio que han construido. Me encantan las distopías futuristas.
Un evento deportivo al que te gustaría viajar y al que aún no hayas ido
Los Juegos Olímpicos. Ten en cuenta que como yo he trabajado mucho en una televisión local como es TeleMadrid, he hecho mucha cobertura de eventos que tienen que ver con el deporte en España, pero no he ido a grandes acontecimientos internacionales. Ir a los Juegos Olímpicos, a verlos o a cubrirlos, me parece una experiencia fantástica. Me imagino que los de Tokyo serán el paradigma de la organización perfecta y pretecnológica donde tendrán una aplicación en el móvil que te permita saber qué transporte coger, a qué hora hay que llegar al evento al mismo tiempo que puedes ver los resultados y te ofrecen siete cafés de siete sabores diferentes.
Persona o personaje con quien te tomarías una cerveza
Seguramente con Churchill y seguramente me decepcionaría enormemente porque sería un tipo desagradable, me despreciaría y además tendría que pagar yo… pero como me parece el tipo más importante del Siglo XX, lo haría con él. De hecho, ahora me voy poner a leer la biografía de Churchill que acaban de publicar. Son 1000 páginas que empezaré ahora y probablemente acabaré dentro de uno o dos años.
Tu lugar favorito en casa
El despacho que tengo arriba. Es como mi refugio, todo de madera y aislado del resto de la casa.
¿Y en el mundo?
Me gusta mucho Madrid. Me gusta donde vivo, no creo que pudiera vivir en un sitio que no fuera Madrid. Y luego, de los sitios que frecuento habitualmente, para mi ha sido un gran descubrimiento Asturias, que descubrí a raíz de conocer a mi mujer, y poco más. Ahí soy poco original. Voy a los sitios con la idea de ir y volverme. Tengo curiosidad, conozco un lugar y ya está. Podría decirte que mi lugar favorito en el mundo es Tokyo, pero como no me han dejado ir (risas)… es mi ilusión preferida. Me gusta mucho Londres como ciudad para visitar, me encanta pasear por ella. Es posiblemente la otra ciudad en la que me vería viviendo. Soy muy casero. Tengo hijas y perros y estoy bastante condicionado.
Un deporte
El volei. Es el que más he disfrutado jugándolo, el que más me divierte ver. El otro día por casualidad, tuve que narrar el partido de mi hija que juega en la liga Iberdrola. Ellos hacen una retransmisión en streaming de todos los partidos y me pidieron que lo comentara. Pero tuve que narrarlo porque el periodista que habitualmente lo hace no pudo ir y, después de 20 años sin narrar ningún acontecimiento deportivo, me lo volví a pasar como un enano. Al principio estaba hasta nervioso pero me encontré muy a gusto.
¿Volverías a la radio?
Me gustaría. El paso por la radio me gustó mucho. Echo más de menos la radio que la televisión activa. Una de las cosas que hago son locuciones para algunas empresas. De hecho, ando metido en un proyecto: como hacemos muchos [proyectos de] audio libros para todo tipo de clientes a través de una de las empresas en las que participo, voy a empezar a hacer sonorizaciones en el pequeño estudio que he instalado en el despacho del que te hablaba.
Un viaje
Tokyo. Tengo unas ganas locas de ir a Tokyo, pero mi mujer no quiere ir a Japón. Acabaremos haciendo un viaje en el que ella se vaya a Vietnam, Camboya y esos sitios que quiere ver. Pero de Japón, el país, la vegetación, la sociedad… todo me llama la atención.
Te quedas solo con tu iPod y un cargador en una isla desierta…¿Qué música escucharías hasta la saciedad?
Pues mira, seguramente de Presuntos Implicados, Cómo hemos cambiado, luego Everybody Wants to rule the World y algo de Danza Invisible, aunque ya sean un poco viejunos.
El mundo sería un lugar mejor sin…
Estoy bastante decepcionado con los políticos en general, no solo los españoles. Esto lo ligo con lo que comentaba antes de la admiración a Churchill. Creo que hay momentos críticos en la historia de la humanidad -y seguramente estamos viviendo uno ahora- donde Europa necesita políticos que le digan a la gente «sangre, sudor y lágrimas». Y no tenemos ese tipo de clase política. Cuando nos queramos dar cuenta, entre los americanos por un lado y China por el otro, esto tan bonito que tenemos, que es Europa y la sociedad del bienestar, no sé si les va a llegar a nuestros hijos. Echo de menos a esos políticos de coraje.
Tres manías viajeras
Siempre tengo que llevar una mochila de supervivencia tecnológica, si no me enchufo me muero. Luego, soy un tío muy pesado para los viajes porque me pongo nervioso antes de salir. Quiero que esté todo organizado y que salgamos a una hora exacta y no más tarde. Soy invivible para la gente que viaja conmigo. Y la tercera manía, si viajamos en coche, es que tengo que conducir yo, soy muy mal copiloto. No porque no confíe en el que conduce sino porque no estoy tranquilo. Y lo peor es que no me gusta conducir… ¡La bomba!
Nunca salir de España o nunca volver a España.
Siempre quedarme en España. No he vivido fuera de España pero la sensación que tengo es que esto es difícilmente mejorable. Va con nuestro carácter.
Alguna Reyerada confesable…
Soy una persona muy temperamental, muy vehemente. Entiendo que una reyerada sería una salida de pata de banco espectacular. Y otra reyerada, podría darse cuando, en situaciones de mucha tensión, en las que yo tiendo a bromear. Hay gente que esto lo lleva fatal y cree que eres despectivo. Creo que esas serían las dos situaciones más representativas de «hacerse un Reyero».
La pregunta que más temes de San Pedro en las Puertas del Cielo
Uffff…¿Has apagado las luces? Porque como esto es lo que les pregunto a mis hijas constantemente, me imagino a San Pedro diciéndome «Lo siento chaval pero no puedes entrar, te has dejado las luces del baño encendidas.»