Hasta aquí he llegado sola

Hasta aquí he llegado sola.
Ahora necesito tu ayuda.

Aunque todos sabemos que eso es mentira.
Las personas nunca – palabra imposible – llegamos solas a nada.
Necesitamos – palabra cuasi imposible – algo o alguien que nos anime, nos inspire, nos arrope, nos ayude a levantarnos o incluso nos enfade y nos empuje.

Hasta aquí he llegado sola.
Ahora necesito tu ayuda.

Cuando corro, recibo. ¡Y mucho!
Ahora me toca dar.
Ahí es donde entras tú para ayudarme.
Te propongo que leas mis entradas.
A veces me perderé en mi mundo interior. De ahí podrás salir cuando quieras.
A veces te hablaré de proyectos para difundir causas que han llamado mi atención. De ahí espero que no quieras escapar.
Espero que te quieras comprometer con aquello que más te emocione y que des ese paso más, que colabores como mejor entiendas. Que te arriesgues. Que te involucres. ¡Puedes hasta animarte a ser corredor@ virtual! Muchas carreras dan la opción de hacerse con lo que se denomina «Dorsal 0», que es un eufemismo para pedir que colabores económicamente con una causa determinada. No tendrás agujetas, no sufrirás ni disfrutarás con los entrenamientos. Y cambiarás el placer de golpear el asfalto por el de colaborar con una causa benéfica, medioambiental o social, sin sufrimientos.
Pero, por favor, muévete.
Y disfruta.

Hasta aquí he llegado sola.
Ahora necesito tu ayuda.

¿Quieres?