In Itinere

Hace poco más de un año empezaba el ilusionante proyecto de compartir mi singular composición de cuaderno de viajes, causas solidarias, cultura, turismo activo y desvaríos particulares. Después de un silencio motivado por un obligado paréntesis deportivo del que aún no he salido, me veo arrastrada a explicar mi mutismo.
Y es que nunca hasta ahora me había ocurrido algo así.
No es que sea impaciente —que también—. Es que disfruto tanto con cualquier actividad deportiva, es una parte tan intrínsecamente unida a mi vida que, verme abocada a estar en el dique seco durante tanto tiempo me deja KO: me siento insatisfecha, me cabreo, lo pago con los que me rodean y, como no sé cuánto va a durar, me deprimo, me tiro de los pelos de uno en uno, me pongo machacona con lo que no puedo hacer y dejo de escribir y de disfrutar del resto de cosas que tengo al alcance de la mano y que habitualmente me satisfacen. ¡Qué empecinamiento, oiga!
No soy ni la primera ni la última lesionada a la que le imponen un periodo de carestía deportiva así que… ¡se acabaron los lamentos y lamerme las herida! Salgo del modo pausa y vuelvo a la carga, al menos con el blog…

In Itinere… En el camino…

4 Comments

  1. Antoine 22 marzo, 2017 at 11:29

    Como me dijo un juez: «… yo, cuando no friego, barro y cuando no barro, friego…». La mejor medicina para estos casos.

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    1. Nat 23 enero, 2019 at 20:13

      Muy sabio ese juez…

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  2. Pilar 22 marzo, 2017 at 18:16

    Yujuuuuuu!! Esa es la actitud!! Enhorabuena campeona!!

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    1. Nat 23 enero, 2019 at 20:12

      ¡Eso sí que son ánimos y lo de más son tonterías!

      Reply

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