Será que el espíritu de los maratonistas que cada año recorren los 5 barrios de esta urbe se apodera de mi cuando estoy por Manhattan, pero es que en Nueva York apetece salir a correr llueva, truene o nieve. Pocos deportes existen más económicos y fáciles de practicar cuando viajas. Tanto si eres corredor@ experimentad@ como si estás empezando en esto del running, si el trabajo o el ocio te han llevado hasta Nueva York ¡no lo dudes! Ponte en marcha y empieza, retoma o afianza zancadas con alguna de las cuatro distancias que te propongo.
- 5 km
Si te estás iniciando en esto de la carrera a pie y andas por los 5-7 kilómetros, lo mejor es que te adentres por cualquier sendero de los que atraviesa Central Park y te dejes llevar hasta completar tu distancia. Te aseguro que la cantidad de corredor@s y paseantes con los que te cruzarás y la belleza de este parque te tendrán entretenid@ y ni te darás cuenta de que vas sumando kilómetros. Si por un casual llegas a una zona más salvaje y arbolada, con caminos serpenteantes que en sus subidas y bajadas conforman un delicioso laberinto, posiblemente te encuentres en The Ramble. Ubicado en el corazón del parque, esta zona se convirtió en símbolo del movimiento LGBT por los encuentros amorosos que ahí se producían… En cualquier caso, es uno de los lugares en los que el ruido de la ciudad desaparece y crees estar en plena naturaleza.
Otra alternativa es dar zancadas por High Line, un antiguo recorrido de metro elevado reconvertido en parque, desde el que tendrás unas vistas de la ciudad a 5 metros sobre el suelo Y si te cansas o cambias de opinión, siempre podrás sentarte en uno de sus bancos, tan codiciados en verano para tomar el sol. O bajar las escaleras y meterte en alguno de los restaurantes que salpica cada cruce de calles. Si realmente eso es lo que te apetece, te recomiendo salir por alguno de los accesos del Meat Packing District. El de Chelsea Market tiene un fantástico mirador sobre la Décima Avenida y mucha oferta gastronómica. En el acceso del final de High Line—o comienzo, según cómo se mire— entre Gaansevoort y Washington, te sugiero Bubby’s, un restaurante con brunch típicamente americano. Eso sí, mejor no pienses en las calorías de su carta… Pincha el siguiente enlace si quieres ver propuestas saludables en Manhattan.
- 10km
¿Eres de l@s que ya ha alcanzado los 10.000? Entonces te recomiendo correr por Hudson Riverside Park. Tanto si te diriges hacia el norte y el puente George Washington como si vas hacia el sur y Battery Park, irás metiéndole kilómetros a las piernas con unas vistas envidiables al río, a Nueva Jersey, a las esculturas, a los diferentes muelles y marinas o a la gente que participa en las diversas clases colectivas que ofrece este espacio verde. Además, irás acompañad@ por cientos de personas que se dirigen al trabajo o simplemente entrenan por esta vía ciclista. ¡Y eso de hacer ejercicio acompañad@, motiva!
También puedes dar la consabida vuelta perimetral a Central Park. En esos 11 km quedan condensados lugares de referencia cultural, histórica o arquitectónica tan destacados como el museo Guggenheim, el edificio Dakota o las torres San Remo y otros tan desconocidos para el turista medio como la librería Albertine o el centro penitenciario Lincoln. En 2012, año en el que por primera vez en la historia, se canceló la maratón de Nueva York por el huracán Sandy, cientos de corredores dieron 2 vueltas al parque insignia de Manhattan para calmar sus ansias y correr así su media maratón particular.
- 15km
Si tu distancia de entreno se acerca a los 15 kilómetros y amaneces pronto, te sugiero que corras por las calles y avenidas de la Gran Manzana, siguiendo el recorrido cuadrangular que más te convenga. Puedes empezar junto al Hudson en dirección sur, atravesar y alcanzar la parte baja de Manhattan por la Calle 14 o Houston -bastante rectas y por lo tanto de fácil recorrido- e ir remontando junto al río Este, pasando por el edificio de Naciones Unidas. Finaliza el recorrido cerrando el cuadrado que hayas formado atravesando nuevamente Manhattan, esta vez de este a oeste. Esta es una forma estupenda y económica de descubrir esos lugares recónditos que, de otro modo, es fácil pasar por alto entre tanto rascacielos. El pequeño Greenacre Park con su cascada y diminuto café o la Chisholm Larsson Gallery, pequeña tienda de posters antiguos, son solo 2 ejemplos de lo que te puedes encontrar a pie de calle. Sin apenas coches y en cierto modo protegid@ de las inclemencias del tiempo por las calles, piérdete y déjate sorprender por lo que te salga al paso.
- 21km
Y finamente, si estamos hablando de que corres media maratón o más a guisa de entrenamiento, 2 vueltas completas por los caminos periféricos de Central Park —sí, completas, incluido el estupendo repecho que bordea las ruinas de The Blockhouse Number One, esa fortificación construida en plena Guerra Olvidada (1812) — te llevarán a completar tu distancia.
Otra opción curiosa es arrancar desde en algún punto de Lower Manhattan, cruzar hacia Brooklyn y desde ahí hacer parte del recorrido habitual de la maratón. Empezando en City Hall Park, en poco más de 2 kilómetros habrás cruzado el cinematográfico puente de Brooklyn y desde ahí ya podrás recorrer las avenidas de Lafayette, Bedford, Nassau y Manhattan hasta alcanzar el puente Queensborough por el que volverás a adentrarte en Manhattan y podrás decidir si encaminar tus pasos hacia Central Park o dirigirte hacia el sur y regresar a tu punto de partida. Al igual que el recorrido de 15 km por las calles de Manhattan, ésta es una ruta para hacer pronto por la mañana o en fin de semana, cuando el tráfico no es tan demencial como acostumbra.
Así que, ya sabes…Orejeras, buff, guantes y ¡a correr! Y si las fuerzas, las ganas o la forma no acompañan, siempre te queda caminar y disfrutar de estas rutas a un ritmo más sosegado.