No es ninguna novedad que lo ecológico prolifera a pasos agigantados y que todo lo que sea natural, sostenible, orgánico, ecofriendly o slow despierta pasiones. Y aunque la Gran Manzana sea LA urbe por antonomasia, existen muchas alternativas para hacer de tu viaje una experiencia más saludable. Desde parques y jardines hasta cocina macrobiótica o mercados de productos de proximidad, Manhattan ofrece su cara más alternativa a quien quiera disfrutarla. Si los propósitos saludables y viajar a Nueva York entran dentro de tus prioridades para el 2017, no dejes de leer este post y déjate seducir por alguna de estas 6 propuestas.
Un lugar idóneo para empezar el día cargando pilas es el Riverside Park. Este parque, que se extiende desde la 72 hasta el Upper Manhattan, brinda la oportunidad perfecta para meterle unos buenos kilómetros a las zapatillas, por eso de quemar los excesos festivos. Correr junto al agua con el aire fresco azotando tu cara, viendo y escuchando el despertar de la ciudad a un lado mientras se te pierde la mirada hacia el río Hudson resulta más original e igual de agradable que correr por Central Park y, a estas alturas del año, se convierte una opción bien vigorizante… Además, por ser un recorrido muy llano, podrás meterle velocidad a tu entreno sin hacer grandes esfuerzos. Para una tirada de unos 10 km te bastará con recorrer unas 30 calles en un sentido. Estas vienen indicadas prácticamente en cada cruce.
Pero si correr no es lo tuyo, no te preocupes, el parque también ofrece diversidad de deportes, acuáticos o terrestres, individuales o de equipo. El caso es no tener excusa para no moverse.
Otra posibilidad indisolublemente unida a este parque es el Hudson River Greenway. Esta ciclovía, que comparte varios kilómetros con el Riverside Park, te permitirá recorrer el lado oeste de la ciudad, desde más allá del puente George Washington hasta Battery Park.
En citibikenyc podrás alquilar una bicicleta y descubrir Manhattan a tu ritmo por tan solo 12$ al día. El trámite para el alquiler es terriblemente sencillo, solo necesitas una tarjeta de crédito, un número de teléfono americano —te sirve el de cualquier hotel— y pasar cada 30 minutos por alguna de las múltiples estaciones para renovar y prolongar el alquiler o para poner pie a tierra. Con la app tendrás el mapa y la disponibilidad de bicis a tu alcance.
Si eres de l@s valientes que se atreven a meterse entre los coches, podrás recorrer el corazón de Manhattan desde Chinatown hasta Central Park o incluso acercarte hasta Brooklyn. Algunas de las calles más concurridas tienen un carril exclusivo para bicicletas mientras que en otras, éstas conviven con coches y autobuses, aunque tienen prioridad. ¿Te atreves?
Si lo que prefieres es una actividad más tranquila, acércate hasta la High Line, la antigua estructura de metro aéreo que, durante un par de kilómetros, discurre paralela al río Hudson desde la calle 34 hasta la calle Gansevoort, en el Meatpacking District. Sus enclaves ajardinados y sus zonas de descanso o de arte urbano te ofrecen una magnífica oportunidad para desconectar. Por un rato las sirenas de ambulancias y bomberos, los pitidos de los coches, incluso el murmullo de la gente caminando por las calles pierden intensidad. Eso sí, procura evitar las épocas y horas de mayor aglomeración, ya que la High Line empieza a ser un lugar muy concurrido.
En Nueva York todo cambia a una velocidad de vértigo.
Si hasta hace poco el barrio de moda era Williamsburg, ahora éste se ha trasladado a Dumbo. Si hace unos meses tenías localizada una tienda de ropa de segunda mano en el Village, ahora ha sido sustituida por una franquicia de ensaladas. Así que no te preocupes si no encuentras alguna de las siguientes recomendaciones, perderse en Nueva York es casi mejor que seguir los pasos que alguien te haya marcado.De hecho así es como conocí a la hija del carnicero.
Perdiéndome.
Pongamos que has estado recorriendo la zona sur de Manhattan — Freedom Tower, Museo de Arquitectura, Tribeca o el Puente de Brooklyn—.
Si quieres reponer fuerzas de un modo saludable en The Butcher’s Daughter —entre las calles Kenmare y Elisabeth— encontrarás platos sanos, sencillos y refrescantes.
Si eres de l@s que realmente quiere aprovechar cada segundo y pasas de invertir demasiado tiempo cargar pilas, camina un par de calles más dirección norte por Bowery: en los escasos 100 metros cuadrados que ocupan la esquina de la calle Bowery con Great Jones se ha alzado The Bowery Market. Lo que podrían ser 5 puestos callejeros sin más ahí se han convertido en 5 casetas diminutas hechas de materiales reciclados amalgamados con mucho encanto y estilo. Abierto de sol a sol, The Butcher’s Daughter cuenta con un puesto en el que prepararan unos zumos energizantes increíbles.
Otro ineludible de la comida sana por la zona, pero en versión más elaborada, es Souen en el East Village — existe otro en Soho —. Este restaurante, en el que todo irradia harmonía y espíritu zen, es muy recomendable para los verdaderamente entusiastas y apasionad@s de la comida saludable ya que ofrece una gran variedad de platos macrobióticos cuidadosamente elaborados, con una presentación exquisita y realmente sabrosos. ¡No dejes de probar el curry de verduras!
Si has optado por alojarte en un apartamento en lugar de un hotel, y prefieres cocinar en “casa”, una buena opción a la hora de satisfacer tu apetito puede ser el Green Market de Union Square. En medio del bullicio de Broadway y Park Avenue, los lunes, miércoles, viernes y sábados podrás hacer acopio de gran variedad de productos locales artesanos — verduras, quesos, panes, jabones o flores —. Si quieres complementar tu compra puedes localizar alguno de los supermercados de la cadena Whole Foods en los que podrás encontrar productos orgánicos y naturales en un horario menos restrictivo y a un precio nada competitivo…
No tienes excusa para no empezar el año cuidándote.