Miami es el lugar idóneo para correr…si mantienes tu horario europeo y amaneces temprano. Ayer me retiré nada más cenar, por lo que no ha habido ningún problema para amanecer cuando aún no había salido el sol, tomarme un café en la habitación y salir cuando aún no apretaban demasiado ni el calor ni la humedad. A pesar de esta pequeña precaución, no sé si he vuelto más empapada después de correr esta mañana o después del chaparrón que cayó anoche mientras regresaba al hotel. ¡Y pareciéndome a Naranjito ’82, que es lo peor!
Cuando corro en Miami suelo empezar en el puente Brickell, con su magnífica escultura en bronce que muestra a un guerrero Tequesta, los primeros pobladores de la zona.
Nada más cruzarlo por la acera de la izquierda en dirección Sur, doy un giro de 180 grados, como si buscase pasar por debajo del propio puente, y recorro un pequeño parque que discurre junto al agua. Dos kilómetros después alcanzo otro puente que lleva a una pequeña isla, Brickell Key, cuyo perímetro mide otros 2 kilómetros. Cuando vuelvo a cruzar el puente para salir de la isla giro a la izquierda por Brickell Bay Drive, que enseguida me lleva a otro tramo junto al agua. Después ya tomo Brickell Avenue, nada más pasar la iglesia de San Judas, y después de unos cuatro kilómetros llego al acceso a Key Biscayne. Ahí doy media vuelta y, desandando el camino de ida, cumplo con mis 12 kilómetros de rigor. Es en ese tramo de la Brickell Avenue cuando descubro una enorme encina en la acera opuesta. Me llama la atención la fuerza y la serenidad que irradia entre tanto árbol exótico.
Pero, volviendo a las zancadas, si lo que quiero es hacer una tirada más larga, pues nada, a seguir por Rickenbacker Causeway hasta el acuario de Cayo Vizcaíno. L@s más valientes pueden llegar incluso hasta el final del Cayo (unos 10 kilómetros más, solo de ida…)
Para los que se estén iniciando en esto del running, hay una tirada más corta, de unos 5 kilómetros. Comenzando en Bayfront Park, empiezas a correr junto al agua hacia el norte, dejando el agua a tu derecha e intentando no fijarte demasiado en los sin techo que salpican las aceras. Llegando al pequeño centro comercial Baywater giras a la izquierda hasta alcanzar Biscayne Boulevard que deberás tomar hacia la derecha. Enseguida observas en la acera de la izquierda, una torre que recuerda a la Giralda. En sus orígenes fue la sede del Miami Daily News. A partir de 1959 se convirtió “El Refugio”, lugar de congregación de los exiliados cubanos. Actualmente es la sede del Museo de Diseño. Siguiendo por esa misma calle pasas delante de un gran pabellón deportivo y finalmente llegas al PAMM (Pérez Art Museum Miami, museo de arte contemporáneo). Tras rodearlo vuelves sobre tus pasos y…¡ya te has hecho con 5 o 6 kilómetros!
Lo importante es dirigirte hacia donde quieras que tus pasos te guíen.
¡Y disfrutarlo!